miércoles, 27 de febrero de 2013

[Nekouji] Juegos que dejan huella



Ahora me toca el turno de numerar los tres juegos que me han marcado y han hecho que vea la vida desde otra perspectiva. No sólo son juegos que me hayan apasionado o gustado, sino que estos juegos en particular han influenciado en mi manera de ser. Escoger solamente tres es algo complicado, ya que en mi opinión, cada juego en el que te sumerges es una experiencia única que hace que te quedes con algo de él, incluso si el juego es malo, ya que tu actitud crítica madura con ese juego en particular, o por muy simple que parezca, ya que un juego simple puede perfectamente significar un punto de inflexión en lo que conocías por videojuego. Así que, basándome en algunos conceptos más filosóficos de mi personalidad, he elegido tres títulos que creo que me han definido bastante y que a día de hoy aún lo hacen.

Pokemon

Pokemon es un juego con unos mensajes muy claros sobre el respeto a la naturaleza y más adelante la importancia de la amistad. Pero el mensaje que Pokemon siempre ha tenido en su interior y que con cada entrega hace que reflexione sobre mi mismo es el tema de la independencia. Cuando coges por primera vez la mochila y tus pokeballs y dejas tu vida rural medianamente acomodada y sin preocupaciones, es uno de los momentos más emocionantes para mi cada vez que empiezo un título nuevo de Pokemon. El misterio de lo que me espera, explorar el mundo y no saber que voy a encontrarme a la vuelta de cada esquina hacen a cada entrega una experiencia única, además si le añades de que este viaje es un crecimiento personal y único. Estás solo en esta aventura de poder convertirte en el mejor entrenador Pokemon, y aunque a veces tengas amigos que te acompañan en el viaje, ellos crecen a un ritmo y con motivaciones diferente. Este crecimiento y evolución se ve reflejado en tu equipo Pokemon, estableciendo una analogía directa de cómo eras cuando empezaste y cómo eres cuando tienes ocho medallas y te diriges al enfrentamiento final.

El último caso ha sido con Pokemon Blanco y Pokemon Negro, donde Cheren y Bell hacen de su aventura pokemon un viaje personal en busca de su verdadera vocación, y es que no todos podemos ser Maestros Pokemon, pero eso no es ningún inconveniente ya que cada uno realiza una función única e independiente, sin que te influya tu familia o amigos, solo tu descubrimiento y experiencia personal .

Ace Attorney

La saga protagonizada por el incombustible abogado Phoenix Wright es una de mis aventuras gráficas favoritas. La misma que ha creado personajes carismáticos y a los que les coge cariño en apenas media hora, para acto seguido quitártelos de en medio y sentir su pérdida. Pero si tengo que quedarme con algo de lo que me ha enseñado Phoenix Wright es a confiar en las palabras de alguien que te pide ayuda. El acto de confianza es mutuo, por parte del acusado y por parte de su abogado, ya que no existe la necesidad de mentir si confías plenamente en la inocencia del otro.
Siempre he sido una persona desconfiada, que ha intentado mantenerse un poco alejado de la gente, abriéndome con muy pocos y conociendo solo lo que yo quería que conocieran. No es que este juego en particular me haya hecho cambiar mi forma de ser a alguien más extrovertido, pero si que me ha ayudado a no pensar que todo el mundo va con trampas y que al final la verdad sale a la luz. Lo importante no es ganar ni perder, tener razón o no, sino darte cuenta de las verdaderas intenciones de la gente y de las tuyas própias.

Final Fantasy IX

Qué Final Fantasy es una de mis sagas favoritas de JRPG no es ningún misterio, pero si tuviera que escoger un título que me haya marcado completamente, ese es sin duda la entrega protagonizada por Yitan, Daga, y compañía. Ha habido otros Final Fantasy que me han marcado de alguna u otra forma, como con los personajes de Final Fantasy VIII o el peregrinaje de Final Fantasy X, pero Final Fantasy IX consigue que toda la experiencia de juego sea imprescindible en mi vida. Y es que a pesar del aspecto semi-infantil y colorido que pueda presentar, esta entrega trata uno de los temas que más me ha marcado y no es otro que la muerte.
Describiría a Final Fantasy IX como una oda a la muerte, al futuro que a todos nos espera tarde o temprano y sobre todo a la vida. Lo que nos hace realmente diferentes es como vivamos y como nos relacionemos con el entorno, para que al final de tu viaje puedas recordar y sentirte orgulloso de lo que has hecho y has vivido en un apoteósico final que es el dejar de existir físicamente.
Todos los personajes de este juego tienen sus propias motivaciones, siendo estas algo más que simplemente salvar el mundo. La necesidad de individualizarse y el ser único, aceptarse a uno mismo y así aceptar a los demás, es el primer paso para poder enfretarte a un destino que es para todos el mismo, y así es como estos personajes se comportan durante la aventura. Y no solo los protagonistas, sino los secundarios e incluso algún villano de turno.
Este juego me ha marcado de forma que puedo ver el final no como algo negativo sino como una recompensa siempre y cuando hayas podido conocer a la persona más difícil del mundo, que no es otra que uno mismo.

Estos tres juegos han marcado un antes y un después no solo a la hora de jugar a otros, sino de como percibo el entorno y como me siento conmigo mismo, configurando mi personalidad y mi forma de actuar con respecto a ciertos temas. Seguramente se me quede algún punto, pero los conceptos de independencia, confianza y superación personal hacen que estos tres juegos en específico hayan formado parte de mi como algo más que un simple momento de entretenimiento.

1 comentario:

  1. Qué interesante el post ^_^

    Yo no podría comentar ahora mis juegos más personales, creo que es un tema que se ha de meditar bastante (y no lo he hecho xD), como para soltar algo a la ligera en un comentario, jejeje :P

    ResponderEliminar