sábado, 23 de mayo de 2015

¡A las palas!


El otro día me pasé Shovel Knight. Me esperaba un buen juego, pero la verdad es que he terminado encantado con él. Normalmente no me hacen demasiada gracia los juegos indies, pero en este caso se puede ver el cariño y cuidado con el que está desarrollado, recordando a las entregas más antiguas de Castlevania y al ya perdido Mega Man. Por suerte no me he puesto nostálgico, así que no influye en mi opinión sobre el juego.

Shovel Knight aterrizó en Europa el año pasado tras haber superado una campaña de financiación de Kickstarter. Actualmente se puede jugar en casi cualquier plataforma -yo he elegido la 3DS- y ha cosechado un gran éxito teniendo en cuenta los orígenes del juego. El título ha ayudado a que los fans más clásicos de Castlevania o Mega Man hayan podido disfrutar de un juego simular. Sin embargo, Shovel Knight no se ha limitado simplemente a copiar éxitos de otra época, sino que también ha innovado y actualizado este género. Por ejemplo, uno de los elementos que más sorprende es el arma del protagonista. Nuestro caballero no lucha con un arma convencional, sino que utiliza una pala tanto para atacar a sus enemigos como para conseguir tesoros. ¿Quién necesita una llave cuándo puedes abrir ese cofre con un palazo?

Nuestro ataque más socorrido será caer en picado con nuestra pala
La historia del juego es otro de los elementos que más me ha llamado la atención. En mi caso, Shovel Knight me ha enganchado desde la introducción en la que nos explican la historia de como él y su compañera Shield Knight se dedicaban a buscar tesoros hasta que encontraron un amuleto que hizo desaparecer a Shield Knight, retirándose nuestro héroe del mundo de la aventura. Tras la aparición de una bruja que se hizo con el poder en el valle, Shovel Knight decide empuñar de nuevo su pala para acabar con la tirana y buscar de nuevo a su compañera. La historia es simple pero cumple, y en mi caso he quedado muy contento con el resultado teniendo en cuenta que no estamos jugando a un RPG. Además, los personajes que aparecen otorgan vida al mundo en el que nos movemos, enfrentándonos a los caballeros de la Orden Sin Cuartel que trabajan para la bruja, poseyendo cada uno con una personalidad definida -y excéntrica-. Y eso sin contar los numerosos NPCs con los que interactuar en las dos aldeas que nos encontraremos en el valle, dónde podremos jugar a minijuegos, conseguir nuevos items o mejorar nuestro equipamiento y estadísticas, aparte de simplemente charlar con los aldeanos para enterarnos de lo que ha ocurrido en el valle durante nuestra ausencia. 

Y es que el valle es sin duda otro de los protagonistas de la aventura, estando dividido en varias zonas por las que nos podemos mover hasta encontrarnos con un bloqueo. Estos bloqueos se rompen al  derrotar a miembros de la Orden Sin Cuartel, controlando cada uno una zona del valle. Aparte de las zonas de la Orden Sin Cuartel existen otro tipo de fases para poner a prueba nuestras habilidades, tanto de plataformeo para conseguir ganar más oro si conseguimos superarlas o de combate contra enemigos poderosos. El valle está muy bien caracterizado, y la música que acompaña a cada sección ayuda a meternos en la piel de Shovel Knight para salvar al valle, y ya de paso, ganar la mayor cantidad de oro posible. Como buen fan de las bandas sonoras de videojuegos, la de Shovel Knight ha logrado hacerse un hueco y confieso que llevo días escuchándola a todas horas.

La familia al completo
El oro juega un papel fundamental del juego, siendo obviamente la moneda del juego con el que comprar y mejorar nuestro equipamiento, pero también nuestro salvavidas. Cuando morimos, no perdemos una vida, sino que un porcentaje de nuestro oro se queda en ese punto y al volver podremos recuparlo. ¿Ha mencionado alguien Dark Souls? La dificultad del juego está muy bien ajustada, y habrá momentos en los que tendréis que calmarnos para no apagar la consola tras morir otra vez. Hay algunas partes de plataformas endiabladas, pero contamos con suficientes puntos de control para no desesperar teniendo que repetir una y otra vez una sección para llegar al punto donde siempre nos caemos. De hecho, podemos aumentar la dificultad destrozando estos puntos de control para ganar más oro a cambio de perder esa ventaja y comenzar desde el principio de la zona si nos derrotan.

Sobre la duración, Shovel Knight me ha durado ocho horas, habiendo realizado algunas de las misiones secundarias. Puede parecer poco, pero para un juego de este tipo no está mal. El juego se puede alargar mucho más si se quieren conseguir todos los logros, que requieren explorar totalmente las zonas y hacer virguerías con los diferentes items que conseguimos. Todo esto acompañado de un New Game + que aumenta la dificultad del juego, pero en el que conservamos todos el progreso de nuestra anterior partida.

Las caídas en esta batalla aumentarán vuestro tiempo jugado
Shovel Knight es un título sólido que nos enganchará durante un buen rato mientras conseguimos un buen botín. Su originalidad, puesta al día de este tipo de juegos, así como su ajustada dificultad y su carismática música hará que no queramos soltar nuestra pala. La pregunta es, ¿para cuándo la secuela? De momento se avecina una expansión gratuita para la segunda mitad de 2015 en el que controlaremos a uno de los caballeros de la Orden Sin Cuartel, añadiendo nuevas fases, enemigos finales y un sistema de alquimia. Hasta entonces, seguiré cavando en el valle.


3 comentarios:

  1. Lo tengo pendiente y en cuanto tenga dinero en la cuenta de la WiiU caerá.

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    1. No te arrepentirás, créeme. En mi caso no pensaba que me fuese a gustar y enganchar tanto, pero al final no podía parar de jugar incluso cuando perdía una y otra vez en el mismo lugar xD.

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    2. Que recuerdos... me dio paro tener que repetir la maquina voladora solo por las partituras (que necesitan de la daga propulsora para ser cogidas), aunque en minijurgo de la taberna era aun mas jodido, al menos tengo esos logros (el ng+ va para largo, y los otros no me interesan demasiado, ni siquiera el de ahorrar, se tarda demasiado)

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